En Octubre de 2021, el Centro Avanzado para Tecnologías del Agua (CAPTA), donde participan los académicos e investigadores del Departamento de Ingeniería Civil y el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile se adjudicaron el proyecto FONDEF 2021, lo que permite financiar equipo humano y trabajos en terreno durante 24 meses.
El miércoles pasado, el equipo trabajó en terreno en las Termas El Plomo, Región Metropolitana. En palabras del profesor Juvenal Letelier, “este trabajo se enmarca en un esfuerzo multidisciplinario donde participa el Departamento de Ingeniería Civil (DIC), el Departamento de Ingeniería Matemática (DIM) y el Centro de Modelamiento Matemático (CMM), Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), la Dirección General de Aguas (DGA) Unidad de Glaciología, el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) y a empresa Linkapsis (Ingeniería dedicada al análisis de datos geoespaciales), para detectar glaciares rocosos y cubiertos de detritos a lo largo de la Cordillera de Los Andes usando interferometría e IA”.
“En este terreno, hicimos un reconocimiento al Glaciar Pirámide. Tuvimos apoyo aerotransportado de la DGA y Linkapsis con dos helicópteros en aire, con el fin de crear un DEM de alta resolución usando LIDAR aéreo. En el actual contexto hídrico, el estudio de estos cuerpos permitirá entender mejor los procesos cinemáticos presentes en el permafrost de alta montaña y en el futuro cuantificar (si es posible) el volumen de agua que podrían almacenar este tipo de glaciares, lo cual se cree no es despreciable”.
Las inscripciones para poder participar estarán abiertas hasta el próximo miércoles 20 de abril.
Quienes deseen participar podrán ganar hasta 4 millones de pesos para implementar y diseñar una solución de acceso al agua a dos comunidades chilenas, previamente definidas, que cuentan con problemas de vulnerabilidad hídrica.
“Aqua365”, es el nombre de la actividad impulsada por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile en conjunto con la Fundación Ingeniería Sin Fronteras, Open Beauchef y el Centro Avanzado para Tecnologías del Agua, CAPTA. La iniciativa cuenta con el apoyo de destacadas Instituciones de Educación Superior, más el auspicio de reconocidas empresas privadas.
El evento, diseñado en formato híbrido, permitirá que grupos de estudiantes de las universidades convocadas se reúnan a trabajar en equipo para generar prototipos de solución con potencial para ser implementados en comunidades vulnerables, asesorados por expertos en temas de agua. Los mejores proyectos serán seleccionados para ser implementados en terreno durante este 2022.
Invitación a colaborar con conocimiento y creatividad
James McPhee, vicedecano de la FCFM y director del Centro Avanzado de Tecnologías del Agua (Capta) explica que ”la crisis hídrica que afecta a nuestro país tiene diversos factores. Desde la academia, y en particular en la Universidad de Chile, estamos comprometidos con la situación hídrica chilena. En este contexto, Aqua365 es una gran oportunidad para que estudiantes y expertos en agua nos encontremos para contribuir a resolver las problemáticas que afectan a dos comunidades de nuestro país, con un enfoque innovador que es lo que siempre ha caracterizado el desarrollo científico y tecnológico de nuestra Universidad. Por lo mismo, quiero dejar abierta la invitación a quienes deseen ser parte del lanzamiento el próximo miércoles 13 de abril, a las 18:00 horas, vía zoom”.
Aqua365, nace a partir de la experiencia de la “Hackatón por el agua” que se realizó en plena pandemia durante el 2021, en la cual participaron más de 300 estudiantes de 7 instituciones de educación superior, 14 organizaciones de la sociedad civil y empresas asociadas, quienes con éxito lograron resolver distintas problemáticas concretas con respecto al agua. Este año, la iniciativa cuenta con mayor experiencia y nuevos desafíos que esperan llegar a ser un aporte. Solo falta la participación de los nuevos protagonistas que transformarán la realidad de dos comunidades que necesitan con urgencia una solución.
Por su parte, Claudia Papic, gerente general del Fondo del Agua Santiago-Maipo destaca, “luego de la activa participación del Fondo de Agua en el proyecto Hackatón por el Agua 2021, quisiéramos ofrecer nuestro respaldo y ayuda en la promoción e invitación a más organizaciones a sumarse al proyecto “Aqua365: Innovación por el agua 2022”, que consideramos generará aún más impacto al vincular los desafíos con comunidades concretas en el territorio.”
Experiencia estudiantil
Carmiña Naveiro, ganadora de la Hackaton por el Agua 2021 de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, menciona. “En particular, mi motivación para participar era conocer exactamente qué era esta actividad… Y formar parte de algo en lo que participaban estudiantes de varias universidades del país, me sonaba entretenido. Sin olvidar, que el problema del agua, en la V región, es tan serio y lo sufrimos en el día a día, por lo mismo, me parecía interesante ser parte de ésto.”
En lo personal, sueño con que el proyecto ayude a personas del Chile rural, además de poder desarrollar ingeniería desde ese ámbito. Ahora quiero motivar a otros jóvenes a vivir experiencias como ésta y soñar con un Chile lindo, lleno de oportunidades para el desarrollo tanto personal como profesional, y que se den cuenta que nuestro país lo construimos todos y el papel de los jóvenes es esencial. Finalmente, me gustaría agradecer el hecho de que se creen instancias que sirvan para nuestro desarrollo y apuesten por la juventud. Solo inscribanse, no se arrepentirán.”
Aqua365 busca que los miembros de las comunidades afectadas puedan contar con este elemento vital todos los días del año, por ello su nombre. La instancia cuenta con la colaboración de la Universidad de La Frontera, Universidad de Concepción, Universidad Adolfo Ibáñez, Universidad de Playa Ancha, DUOC UC (Sede Valparaíso) y la Universidad de Chile, además del apoyo de Black&Veatch, Xylem, Bechtel, Techo, Ecopreneur, CDM Smith y el Fondo de agua Santiago-Maipo.
Quienes deseen participar deben ser estudiantes regulares de pregrado o postgrado de las instituciones de educación superior indicadas, en cualquiera de sus carreras impartidas (si no eres parte de estas instituciones escribe a contacto@aqua365.cl). En cuanto a las inscripciones para ser parte del reto académico, éstas se realizarán en línea hasta el próximo miércoles 20 de abril completando un formulario de inscripción disponible para una participación grupal o individual ingresando (AQUÍ) o en el sitio web www.aqua365.cl donde se encuentra el calendario de actividades y detalles del reto hídrico 2022. El lanzamiento oficial se realizará el miércoles 13 de abril, a las 18:00 horas, vía zoom ( para participar de la presentación se pueden anotar aquí).
“Hoy existen un montón de estrategias y logísticas que se pueden implementar para que ese impacto prácticamente se lleve al mínimo”, señaló el profesor Sáez.
“Nos estamos planteando la desalación como una solución debido a esta profunda megasequía en la que estamos sumidos, y que sabemos va a empeorar en el futuro. El cambio climático a uno de los lugares que está afectando más en el mundo es a Chile y lo que está haciendo es que básicamente se está proyectando el Desierto de Atacama hacía el sur. Esto quiere decir que si las precipitaciones ya están bajas, van a bajar aún más en el futuro. Entonces, necesita buscar alternativas no convencionales, entendiendo por no convencionales aquellas que generan un recurso de agua nuevo a través de la tecnología, que nos permita contrarrestar ese déficit de agua que vamos a tener, ya sea para el consumo humano, para la industria y para la agricultura”. Con este análisis comienza la entrevista Claudio Sáez, director del proyecto Portafolio 4 de CAPTA, centro de soluciones tecnológicas para la instalación sustentable y sostenible de plantas desaladoras en la zona norte y centro de Chile, unidad liderada por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile, que cuenta con la participación de las universidades de Playa Ancha y de Atacama.
– ¿Por qué se mira a la desalación como una de las soluciones más plausibles para hacer frente a la crisis en Chile?
Porque somos un país costero. La desalación no está sujeta a los cambios estacionales, a las vicisitudes del tiempo, está ahí siempre disponible. La tecnología que más se utiliza ahora en el mundo es la desalación por osmosis inversa, que básicamente funciona succionando agua del mar, esta agua es filtrada, mandada a presión contra unas membranas, que se llaman membranas de osmosis inversa, y al otro lado de esas membranas pasa agua libre de sales, que es la que se utiliza para el consumo humano, para la agricultura, la industria o para lo que se necesite. Del otro lado de la membrana queda un exceso de sales, que queda mezclada en parte con agua de mar y se le llama salmuera. Esta salmuera se manda de nuevo al mar a través de un emisario submarino.
– ¿Y la devolución de esta salmuera al mar no genera algún tipo de problema al medioambiente marino?
El impacto por el que es criticada la desalación es por eso, por el descarte de esta salmuera al mar, pero hoy tenemos múltiples estrategias para eso. Mucha gente se plantea que una desaladora es similar a una termoeléctrica o una planta de refinería de petróleo, pero nada que ver. La salmuera es un agua de mar concentrada. Ahora, al ser más concentrada que el agua de mar es más densa que el agua de mar, y lo que hace es depositarse en el fondo del mar porque es más densa que el agua de mar circundante. Hoy existen un montón de estrategias y logísticas que se pueden implementar para que ese impacto prácticamente se lleve al mínimo. Por ejemplo, se puede instalar la descarga con una red de difusores tipo spray, hacer una difusión previa del vertido, de manera de poner la descarga en una zona bien expuesta a altas corrientes, de modo que esta salmuera se mezcle prácticamente al instante con el agua de mar, cosa de que los impactos sean bastante pequeños.
– Pensando que la crítica tiene que ver con efectos que han sido visibles para las comunidades, ¿Cómo se ha implementado este proceso hasta ahora en Chile?
Aquí en Chile nunca se ha gestionado de buena manera lo que son las descargas, en general se han ocupado más de la parte operativa que de la gestión de los impactos. Las descargas de salmuera aquí en Chile son en general descargas de una tubería, en las que va toda la salmuera concentrada, no tienen estas estrategias para disminuir el impacto sobre el ecosistema marino. Como hay un exceso de sales hay un estrés osmótico sobre los organismos marinos y eso puede ocasionar un impacto. Pero si tú implementas todas estas estrategias tecnológicas y logísticas puedes llevar el impacto prácticamente al mínimo. Siempre va haber algo de impacto, pero no se le puede comparar con otro tipo de industria, como una refinería, donde el impacto es mucho mayor. Para esto es muy importante la colaboración público-privada y la conexión con la academia, de manera que la academia pueda ayudar a proponer aquellas zonas más adecuadas, el lugar del vertido más adecuado, las condiciones perfectas desde el punto de vista tecnológico y de la disposición de las descargas, de manera de asegurarse que el impacto sea el mínimo posible. Si se implementan esas estrategias, de seguro los impactos los vamos a llevar prácticamente al mínimo, y esta mitología alrededor de que la desalación produce impactos muy grandes la vamos a desmitificar.
– Ustedes han hecho evaluaciones de los procesos de desalación en Chile. Hasta aquí, ¿Cómo observan que ha operado esta herramienta?
Nosotros hemos hecho evaluaciones ambientales de desaladoras que llevan operando desde 25 a 3 años y los impactos son observables: cambia la estructura de las comunidades que forman los ecosistemas donde están las descargas. Ahora, ¿se pueden considerar como ecosistemas contaminados? No. Impactados, sí. Porque el impacto se refiere a un aporte exógeno que produce un cambio en el ecosistema. Pero incluso a veces tú puedes encontrar en las descargas de desaladoras comunidades más diversas, porque hay organismos que les gusta el ambiente cargado de sales, pero es la estructura de la comunidad la que cambia porque hay organismos que son más sensibles, que no van a estar, y hay otros oportunistas que van a estar ahí. Ahora, no es lo mismo a una zona de descargas de una termoeléctrica o de una refinería de petróleo, que constituyen desiertos marinos, donde ya hay indicios de una contaminación severa. En estos casos no. Hay un impacto y hay un cambio en la estructura de las comunidades. Esos impactos se pueden reducir al mínimo, pero en ningún caso es una actividad industrial que produzca contaminación o un impacto significativamente negativo sobre el medioambiente.
El futuro de la desalación en Chile
– En nuestro país, ¿En qué lugares y para qué se utilizan principalmente las desaladoras?
Como el 95 por ciento del agua desalada va a la minera, el otro porcentaje va a consumo humano. Ahí hay algunos ejemplos como la desaladora de aguas de Antofagasta, que surte como el 90 por ciento del agua potable que se consume en Antofagasta. Ahora hay una nueva desaladora que empieza a operar en Caldera, y va a surtir de agua potable a Caldera y a Copiapó. Cada vez se está planteando la desalación más allá de la minería, y seguramente en el corto y mediano plazo ya se van a estar instalando desaladoras de magnitud para el consumo humano y la agricultura, que es otro tema en el que estamos trabajando nosotros, viabilizar desde el punto de vista económico y de la sustentabilidad ambiental la inclusión de la desalación como alternativa para ampliar la matriz hídrica.
– ¿Usted diría entonces que hoy deberíamos considerar la desalación como una herramienta ineludible para poder enfrentar la crisis hídrica más allá de uso industrial?
Aquí la idea es instalar la desalación para la agricultura, siempre pensando en la desalación como un complemento del sistema, afirma el investigador de CAPTA.
La desalación podría cambiar sideralmente la situación hídrica que enfrentamos. En estos momentos ya sabemos que los pozos, los embalses, van a ser insuficientes para las necesidades de consumo humano y agricultura, eso ya lo sabemos. Tenemos un déficit también en otra área, en la que también podríamos obtener recursos hídricos, que son las aguas residuales, eso es otra cosa. La desalación se levanta hoy como una de las primeras alternativas para poder surtir de agua potable, incluso para la agricultura. En otros países se usa. También hay otro mito ahí que tiene que ver con que la desalación, al ser un proceso un poco más caro que obtener agua de fuentes convencionales, no se podría utilizar para áreas como la agricultura. Pero hay muchos ejemplos en el mundo que nos muestran lo contrario: en España el 20 por ciento de la agricultura se riega por agua desalada.
– ¿Qué perspectivas existen de poder hacer algo similar en el país?
Aquí la idea es instalar la desalación para la agricultura, siempre pensando en la desalación como un complemento del sistema y no en que de aquí en adelante vamos a regar todo lo que tenemos que regar en agricultura con agua desalada. Sí que sea un complemento del sistema y tenemos un proyecto piloto, que es instalar un prototipo de desaladora -una desaladora modular-, y vamos a testear distintas condiciones de agua desalada para cultivo existente y emergente, considerando algunas hortalizas o plantas que pudieran tener un uso agrícola y que se pudiera adaptar mejor a las condiciones climáticas que vamos a tener en la zona. Con la desalación lo que tú puedes hacer es obtener agua a la carta, en términos de distintas condiciones de salinidad, y probar si esas condiciones de salinidad son óptimas para determinados tipos de cultivo, y de esa manera hacer más eficiente el uso de la energía en el proceso de desalinización. Todavía queda un trecho por recorrer, pero el mar lo tenemos y las tecnologías existen, solamente que tenemos que aplicarlas de buena manera para solucionar los problemas que tenemos, hacerlo viable económicamente y evitar que haya impactos ambientales significativos.
– ¿Dónde van a instalar este piloto?
En una comunidad de pequeños agricultores en la zona costera de Papudo. Ahí vamos a hacer los ensayos, vamos a instalar una desaladora modular y vamos a hacer distintos tipos de cultivos regados con agua desalada: cultivos de invernadero, hidropónicos y abiertos, y vamos a ver cuáles son las condiciones óptimas de desalación, porque hay especies que aguantan de buena manera altas salinidades, entonces, ahí no necesitas desalar tanto, y -por lo mismo- necesitas menos energía y puedes bajar los costos.
– En términos económicos, ¿El proceso de desalación es muy caro, requiere mucha tecnología, mucho recurso humano?
La desalación es un proceso más caro que obtener agua de fuentes convencionales, entendiendo como fuentes convencionales las que vienen directamente de precipitaciones. Pero hay un montón de estrategias de co-financiamiento público-privado, incluso de subsidios del sector privado, desaladoras multipropósitos que pueden hacer que los costos de desalación no pasen directamente al usuario, sino que sea un costo colaborativo entre las partes. De cualquier manera, las experiencias que se conocen en otras partes del mundo, por ejemplo en desalación para agricultura, incluso con subsidios bajos de parte del Estado, igual mantienen márgenes de ganancia en la producción, pero tiene que existir un trabajo conjunto entre la academia, el sector público y privado, de manera de encontrar los modelos de financiamiento más adecuados para que el costo íntegro de la desalación no llegue de manera completa al usuario, sino que sea un usuario de las distintas partes.
– El Gobierno saliente ya ha dicho que la desalación es una de las principales alternativas que se contemplan para hacer frente a la crisis hídrica. En adelante, ¿El Estado debiera hacer un esfuerzo para subsidiar este proceso?
Hace décadas que en Chile se implementa la desalación para la industria minera. En otras partes del mundo este proceso ocupa un rol relevante para el consumo humano y la agricultura.
Sí, pero los subsidios no tienen que venir necesariamente del estado. Los subsidios también tienen que venir del sector privado. Una minera se puede plantear perfectamente construir una desaladora y llegar a un acuerdo con la autoridad para co-administrar esa desaladora. Hay distintas estrategias de financiamiento que se utilizan en el mundo que se pueden ir adaptando para hacer viable la desalación en Chile, y que esos costos no pasen completamente al consumidor de agua o al pequeño agricultor.
– Finalmente, ¿Por qué esta sería una mejor solución que otras para enfrentar la escasez hídrica en Chile?
El océano es una fuente que siempre está ahí, no está sujeto a los cambios estacionales. En el contexto nacional, según los otros tipos de alternativas que se han mencionado, como la carretera hídrica, que implica llevar agua desde ríos como el Maipo o más al sur, es pan para hoy y hambre para mañana. Muchos políticos o gente que no tiene conocimiento de esto dice que esa agua se pierde en el mar, y no es así. El agua que va por los ríos y termina en el mar cumple un montón de otras funciones ecosistémicas, como el transporte de sedimentos con que se llenan las playas, nutrientes y sustancias que son relevantes para la pesquería industrial y artesanal, son responsables también de servicios ecosistémicos asociados a turismo, etc. Aparte, la energía que necesitarías para bombear agua a esa distancia sería mucho más que lo que necesitas para instalar y operar una desaladora. Otra alternativa es a hacer pozos de roca fracturada a 200 o 300 metros de profundidad y empezar a sacar agua milenaria, que de todas maneras se va a acabar en algún momento. Así que la desalación es la solución más plausible y de más largo plazo que tenemos a la mano, y que sabemos que es inagotable, y gestionándolo bien puede ser rentable y de bajo impacto.
Equipos de investigación, colaboración, los Consejos (Estratégico y Técnico) e invitadas (os) especiales, participaron de la primera reunión presencial del Centro Avanzado para Tecnologías del Agua, CAPTA, en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile.
Tras casi dos años de actividades conectados en línea, las personas que integran activamente CAPTA pudieron por fin apagar sus computadores y dejar de interactuar, a través de una pantalla para reunirse presencialmente en el auditorio Enrique D´Etegny de la FCFM para poder conocerse en persona y dar a mostrar los avances que han tenido sus respectivos proyectos, los cuales son piezas fundamentales del engranaje de trabajo del Consorcio CAPTA.
La instancia fue valorada por quienes asistieron al encuentro que se realizó este jueves 21 de enero en Beauchef 851. Al respecto el director del Centro Avanzado para Tecnologías del Agua, James McPhee, manifestó la importancia de esta oportunidad de un reencuentro presencial.
“La realización de nuestro encuentro anual me dejó con una sensación muy potente de satisfacción y de entusiasmo. Satisfacción, porque es muy importante constatar que CAPTA se hace realidad a partir de un grupo de personas comprometidas, que están dando lo mejor de sí para contribuir con soluciones a los desafíos en recursos hídricos. Entusiasmo, porque pese a que hemos tenido el desafío de iniciar este consorcio en plena pandemia, tenemos resultados interesantes. Y lo más relevante, sentí de manera muy clara el apoyo de nuestros coejecutores, asociados y de los consejeros del consorcio, todos alineados con un objetivo común”.
Por su parte, la subdirectora de CAPTA, Linda Daniele mencionó lo importancia del significado de la primer encuentro 2022 CAPTA. “Creo que la reunión presencial ha tenido un efecto muy positivo en todos los asistentes. CAPTA nació entre el estallido y la pandemia y vernos y conversar en persona ha generado una positiva sensación de grupo. Desde el punto de vista científico-tecnológico ha sido una oportunidad de compartir los avances y recibir una valiosa retroalimentación por parte de los colegas. Los estudiantes y jóvenes investigadores han sido los grandes protagonistas… Han podido conversar en un ambiente distendido de lo que hacen y reconocerse como parte de un grupo cuya misión es proponer soluciones para la terrible crisis hídrica que Chile está atravesando”.
En la misma senda, el coordinador de Programas Tecnológicos de Corfo, Ben-Hur Leyton, se refirió a las dificultades pandémicas de estos dos últimos años y cómo el Centro ha intentado abrirse camino para seguir creciendo para entregar soluciones tecnológicas. “Después de cerca de dos años de estar viviendo en pandemia y por ende con las limitaciones de reunirnos presencialmente, ha sido un agrado volver a juntarnos presencialmente con los equipo que están a cargo de los desarrollos tecnológicos de los distintos proyectos que conforman el portafolio del Consorcio CAPTA y del mismo modo conocer sus avances. Asimismo, también ha sido grato poder volver a compartir con los miembros del Consejo Técnico y Consejo Estratégico”.
Agrega, “las sensaciones generadas por la reunión son buenas, pues siempre es provechoso poder compartir e intercambiar puntos de vista con quienes están a cargo de los desarrollos tecnológicos comprometidos por el programa. Más aún, cuando existe la entrega del Informe de Avance y continuidad del programa, donde se debe informar a Corfo los avances y resultados obtenidos durante la primera etapa de desarrollo del consorcio, así como la propuesta de actividades para la segunda etapa, la cual tiene un fuerte foco en la validación y escalamiento de los distintos resultados obtenidos”.
Finalmente, Marcela Bocchetto, miembro del Consejo Estratégico de nuestro Consorcio y gerente de Biodiversidad y Cambio Climático de Anglo American, resaltó e hizo hincapié en uno de los desafíos que se aproximan para CAPTA. “Creo que los próximos desafíos del Centro son generar soluciones prácticas aplicables en el corto plazo y que puedan replicarse en distintos lugares e industrias, dada la urgencia de adaptarnos a la escasez hídrica que sufrimos”.
Cerca de 50 personas fueron los asistentes al primer encuentro presencial que contó con todas las medidas sanitarias sugeridas por el Ministerio de Salud y la Universidad, tales como distanciamiento social, uso constante de alcohol gel, toma de temperatura, auditorio con filtro Hepa y test de antígenos al ingreso, entre otras precauciones. Hay que destacar que los protocolos fueron respetados a la cabalidad por los/as asistentes al evento del Consorcio universitario.
La iniciativa colaborativa público-privado contó con 7 sedes regionales a lo largo del país, reuniendo a 300 estudiantes. De este proceso, de cerca de un año de trabajo, resultaron ganadores tres equipos: Econalca, Polyaqua y Biohackers, cada uno de ellos desarrolló una propuesta para enfrentar diferentes líneas de la problemática hídrica que enfrenta Chile y recibirán recursos para llevar adelante sus soluciones.
El pasado jueves (16 de diciembre) se conocieron los tres equipos ganadores de la Hackatón por el Agua, iniciativa liderada por la Fundación Ingeniería Sin Fronteras (ISF) y la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, a través de su Dirección deDirección de Vinculación Externa, de la Universidad de Chile. Y con la colaboración del Centro Avanzado para Tecnologías del Agua, CAPTA. El Curso de Desafíos de Innovación para el Desarrollo Sustentable, con el que partió esta iniciativa, reunió a más de 300 estudiantes a nivel nacional.
La convocatoria para resolver problemas en esta materia se llevó a cabo a lo largo del 2021, lo que permitió a los participantes generar equipos y vivir diferentes etapas para fortalecer sus propuestas que, prontamente, podrían ser una alternativa para la crisis hídrica que enfrenta el país.
Del total de participantes, fueron 10 los equipos seleccionados para el proceso de preincubación en OpenBeauchef, centro de innovación y emprendimiento de la FCFM, y 5 los finalistas que defendieron sus propuestas ante el jurado.
Este último, conformado por Verónica Puga, integrante del directorio de ISF; Pablo Cortés, Mechanical Lead en Black and Veatch; Luis Vargas, director de Vinculación Externa de la FCFM; James McPhee, director de Consorcio CAPTA (Centro Avanzado Para Tecnologías del Agua) y Vicedecano de la FCFM; y Fernando Nowajewski, director de Aceleración de OpenBeauchef.
Santiago Mallagray, director ejecutivo de ISF Chile, destacó el proceso e interés que generó en diferentes organizaciones esta iniciativa, las que se fueron sumando y robusteciendo el proceso.
“Sacamos adelante este proyecto con la convicción que desde la ingeniería y las ciencias se pueden resolver problemas de comunidades en contexto de vulnerabilidad. Problemas como, por ejemplo, la cantidad de personas que en todo Chile no cuentan con acceso garantizado al agua, que, básicamente, corresponde al 50% de toda la población rural del país (…)”, expresó Mallagray.
Para Pablo Cortés fue una experiencia muy buena, quedo muy contento con el proceso, el nivel de innovación y conciencia sobre la crisis hídrica que está viviendo en Chile, añadiendo que “hay un potencial altísimo en estas cosas que se están desarrollando para llegar a una solución real, que nos permita aportar en algo a la crisis hídrica que vivimos actualmente”.
Verónica Puga felicitó a los equipos y destacó su alto nivel, además de rescatar el espíritu del evento que permite posicionar un tema sobre un problema real que se está enfrentando como país, agregando que “me gustaron las soluciones, porque ayudan a democratizar la ciencia y la tecnología a los lugares donde no muchas veces llega (…)”.
Por su parte, Fernando Nowajewski de OpenBeauchef, centro de i+e, destacó el trabajo realizado por los equipos durante todo el proceso de preincubación, incentivándolos a seguir adelante con las propuestas.
James McPhee, autoridad de la FCFM, indicó que “muchos nos damos cuenta de que la crisis climática y la sequía ponen de manifiesto problemas que tienen un origen más antiguo -incluso- y que tienen que ver mucho con la manera en que nosotros vemos y pensamos en los recursos hídricos respecto a cómo están organizados e interactúan con los elementos de nuestra sociedad. Tanto sociales, naturales y económicos”.
Sobre los ganadores
Con el primer lugar se quedaron los equipos de Econalca y Polyaqua. El primero, es un equipo de la Universidad Austral de Chile, cuyo proyecto consiste en el desarrollo de un biofiltro que tiene como principal insumo la nalca.
El grupo de químicos y químicas está conformado por Marcela Cañoles, Ricardo López, Nathalia Alarcón y Verena Cárdenas, quienes buscan hacerse cargo del monitoreo y gestión de aguas contaminadas, especialmente, en sectores rurales y de escasos recursos.
Por su parte, Polyaqua está formado por Felipe Navarro,Sofía Estrugo y Fabiana Munizaga, estudiantes de 5° año de Ingeniería en Biotecnología Molecular de la Universidad de Chile, quienes proponen la implementación de gránulos orgánicos generados en base a un biopolímero de origen natural que permiten una mayor absorción y retención del agua en el suelo, lo que podría ser una alternativa para los sectores agrícolas.
Con el tercer lugar se quedó Biohackers de la PUCV, quienes desarrollaron un filtro donde el protagonista es el cobre. Grupawa e Hidromakers, ocuparon el cuarto y quinto lugar respectivamente.
Huella de carbono del evento
Durante la jornada también estuvo presente Gabriela Quintana, jefa de Proyectos de la Consultora Ambiental Cyclo y voluntaria de ISF, quien estuvo a cargo de la charla que dio cuenta a los participantes sobre la huella de carbono generada por el evento, que alcanzó a cerca de 1.751, 5 kg CO2.
En términos de ecoequivalencias, la huella total del evento es equivalente a 746 litros de gasolina consumidos. Otra forma de observar la equivalencia son 213.057 teléfonos inteligentes cargados.
Según detalló este tema no es menor, ya que incluso cada vez que se envía un correo electrónico la persona deja una huella de Carbono.
Para lograr capturar todo el carbono emitido en el evento, sería necesario contar con 29 plántulas de árboles urbanos crecidos durante 10 años.
Se trata del investigador de CAPTA, Claudio Sáez, y director del HUB Ambiental de la Universidad de Playa Ancha (UPLA).
988 millones 740 mil pesos se adjudicó la Universidad de Playa Ancha en el Concurso Desarrollo de Capacidades Institucionales para la Innovación Basada en Investigación y Desarrollo en Educación Superior Ines I+D 2021, de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID.
La Dirección General de Investigación de la UPLA fue la responsable de presentar el proyecto titulado “Fortalecimiento de las capacidades institucionales para la gestión de la I+D, transferencia tecnológica y emprendimiento vinculadas al entorno regional y nacional”, cuyo alto puntaje de selección permitió ser la única iniciativa presentada por una universidad estatal del país que no presentó recorte presupuestario.
Dr. Claudio Sáez, investigador CAPTA y director HUB Ambiental UPLA
“Estamos muy contentos, porque es el proyecto más grande adjudicado en la historia de nuestra Universidad desde que existe ANID antes CONICYT. Mediante esta iniciativa a corto plazo nos focalizaremos en el fortalecimiento e instalación de capacidades para gestionar y promover la innovación, la transferencia y el emprendimiento con base científica tecnológica en la Universidad de Playa Ancha”, sostuvo el director del proyecto en la UPLA e investigador CAPTA, Dr. Claudio Sáez.
Evento presentado por el Centro Avanzado de Tecnologías del Agua (CAPTA), organizado por el Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile. Convoca la Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica. (SOCHID)
El miércoles 13 de octubre fue inaugurada la reunión más importante de intercambio técnico- científico de Chile, sobre el cuidado y futuro del agua en nuestro país. Con el lema “medio siglo enseñando que sin agua no hay futuro”, el XXV Congreso Chileno de Ingeniería Hidráulica cumple 50 años, con más de 70 sesiones técnicas y charlas magistrales en las que se presentan y discuten las contribuciones a la ingeniería hidráulica. El evento es convocado por la Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica (Sochid) y organizado por la División de Recursos Hídricos y Medio Ambiente (RHMA) del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile, y se realiza los días 13, 14 y 15 de octubre de 2021, en modalidad online.
Profesor Aldo Tamburrino. Académico de la Universidad de Chile y presidente del Comité Organizador.
Abrió la actividad el profesor de la Universidad de Chile, director de Sochid y presidente del comité organizador, Aldo Tamburrino Tavantzis, quien recordó el primer congreso realizado en 1971, bajo el nombre de coloquio y destacando cómo la participación de las mujeres ha ido aumentando gradualmente, siendo hoy en día un 27% del total de autores. Además, explicó: “Ha habido cambios desde el punto de vista técnico, en el primer congreso había básicamente tres temas; mecánica de fluidos e hidráulica fundamental, después estaba hidrología y recursos hídricos y un tercer tema que se abordaba era obras hidráulicas. Ahora ya evidentemente eso es demasiado restrictivo y desde hace ya varios años en los congresos hay además de esos temas, los que tienen que ver con ingeniería ambiental, hidráulica marítima, hidrología y calidad de aguas, mostrando cómo ha ido evolucionando la hidráulica en nuestra sociedad”.
Presidenta de la Sochid, Scarlett Vásquez.
Luego, la presidenta de la Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica, y directora ejecutiva (s) del Instituto Nacional de Hidráulica (INH), Scarlett Vásquez Paulus, agradeció a los precursores de la Sochid y del congreso por las sólidas bases construidas y relevó la importancia de las nuevas generaciones en el desarrollo de la hidráulica. “Hay una sociedad que cada vez es más compleja, con trabajo compartimentado, más diverso, otras temáticas que se han ido abriendo y esta situación hace cada vez más necesario mantener y fortalecer vínculos, generar comunidad entre los ingenieros hidráulicos, que estamos presentes en los distintos espacios, llámese la academia, la consultoría, la industria, el Estado y las combinaciones de ellos, porque hay profesionales que están en distintos de esos ámbitos”, declaró.
Profesor Eduardo Varas, reconocido con el premio Francisco Javier Domínguez.
En la instancia se entregó el premio Francisco Javier Domínguez 2021, que destaca a un ingeniero o ingeniera por su aporte profesional e investigativo en la ingeniería hidráulica. El reconocimiento fue para el profesor emérito de la Escuela de Ingeniería UC, Eduardo Varas Castellón, ingeniero civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile con 50 años de labor en docencia, investigación y extensión. El profesor agradeció el premio y manifestó: “Esta distinción tiene un especial significado por haber sido el profesor Domínguez quien guió mis primeros pasos en el mundo de la hidráulica”. Y agregó: “La geografía y geomorfología en Chile es un don de Dios que permite con su diversidad constituir un laboratorio natural, donde están presentes montañas, glaciares, lagos, cordilleras, valles, desiertos y ríos muy distintos entre sí, que requieren imaginación y conocimiento de ingeniería hidráulica para el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales”.
Profesor Francisco Martínez Concha, decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile
El profesor Francisco Martínez Concha, decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, cerró la inauguración, comentando cómo los temas de la ingeniería hidráulica han cambiado en el tiempo, llegando hoy en día a enfrentarnos a los desafíos de la escasez hidráulica y cambio climático. “Sin duda que el agua es un factor principal en nuestra vida hoy día y sobre todo en nuestra vida como ingenieros, así que espero que este congreso sea un punto de encuentro para reflexionar, para encontrarse, para discutir”, aseguró.
A continuación, el profesor e ingeniero civil hidráulico, Alejandro López Alvarado, quien cuenta con más de 60 años de experiencia, dictó su charla magistral: La Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica y su aporte a la Hidráulica en el País. El 14 de octubre corresponde el turno a la profesora de la Universidad de Chile e investigadora del Centro Avanzado para Tecnologías del Agua (CAPTA), Katherine Lizama Allende, y el 15 de octubre hará lo propio el profesor Willy Kracht Gajardo, académico del Departamento de Ingeniería de Minas y subdirector del Centro de Tecnología Avanzada para la Minería (AMTC).
El proyecto tiene una duración de 24 meses, con un financiamiento de ANID que permitirá financiar los trabajos en terreno y al equipo humano que participará de la iniciativa.
Se trata del proyecto “Desarrollo de un sistema de monitoreo de glaciares rocosos y cubiertos de detritos con uso de sensores remotos e inteligencia artificial”, liderado por el investigador del Centro Avanzado para Tecnologías del Agua (CAPTA) y académico del Departamento de Ingeniería en Matemáticas y del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile, el profesor Jaime Ortega. Además de la participación de los académicos del Departamento de Ingeniería Civil e investigadores CAPTAJames McPhee y Juvenal Letelier.
Profesor Jaime Ortega
Profesor James McPhee
Profesor Juvenal Letelier
Hay que mencionar que hace algunos días la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) dio a conocer los resultados de su décimo Concurso IDeA I+D, convocatoria que financia la implementación de tecnologías que aporten a los desafíos país.
Cabe destacar que según diversas fuentes, Chile tiene cerca del 80% de los glaciares de Sudamérica y 90% de ellos están disminuyendo. Dentro de los diferentes tipos de glaciares, se encuentran los llamados “glaciares rocosos”, los que no se encuentran totalmente catalogados ni se conoce su real aporte al balance hídrico. Así el objetivo central de este proyecto es desarrollar un sistema computacional, basado en sensores remotos e inteligencia artificial, con validaciones en terreno, que permita detectar y conocer la dinámica de los glaciares rocosos y cubiertos de detritos.
“Es importante notar que ellos son grandes reservas de agua dulce y son activos hídricos en períodos de sequía, como la que vivimos hoy, además de ser indicadores del impacto climático”, destaca el investigador de CAPTA, el profesor Jaime Ortega.
Además: “El actual informe del IPCC 2021, el cual muestra que el cambio climático es generalizado, rápido y se intensifica, señala que ya hay procesos naturales que son irreversibles en escalas de tiempo de cientos o miles de años. El deshielo del permafrost, incluidos los de alta montaña, el derretimiento de glaciares y la pérdida de mantos nivales estacionales son y serán problemas que el país deberá enfrentar, ya que la desaparición de los cuerpos de hielo en alta montaña implicaría menos agua para la población y regadío, así como una menor capacidad de generación hidroeléctrica, entre otros”, agrega Juvenal Letelier.
“En primer lugar, queremos aportar desde la academia al desarrollo de herramientas que ayuden a entender mejor la problemática del agua, más aún en un escenario de sequía como el que vivimos hoy, de esta manera queremos aportar a los objetivos del Consorcio CAPTA de nuestra Facultad. Por otra parte, desde nuestro Laboratorio de Geomática Matemática del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) y de nuestra alianza con el Programa Satelital Europeo Copernicus, queremos aportar al desarrollo del conocimiento y utilización de las matemáticas, la ciencia de datos, la geomática y la computación de alto desempeño con el fin de generar herramientas que aporten al bien público con miras a aportar a los grandes problemas del país”, destaca Ortega.
“Los actuales problemas de las ciencias hídricas, abordadas desde una perspectiva de modelamiento matemático complejo, son de gran interés y desarrollo en los últimos años, por lo que esperamos también sumar a este proyecto a estudiantes de la facultad que tengan interés en percepción remota, criósfera y dinámica de permafrost en alta montaña”, agregan Jaime Ortega y Juvenal Letelier.
¿En qué consiste el apoyo económico y cuál es la duración que tiene el proyecto?
Este proyecto reúne al CIREN (Centro de Información de Recursos Naturales), a la Dirección General de Aguas (DGA), al SERNAGEOMIN (Servicio Nacional de Geología y Minería) y a la empresa Linkapsis, empresa de Ingeniería dedicada al análisis de datos geoespaciales, y tiene una duración de 24 meses, con un financiamiento de ANID cercano a los 200 millones de pesos, lo que permitirá financiar tanto los trabajos en terreno como al equipo humano que participará en el proyecto.
¿Qué significa obtener este proyecto como investigador de CAPTA?
El profesor Jaime Ortega comenta que, “para nuestro equipo es una alegría y orgullo conseguir este proyecto, ya que nos permitirá continuar la línea de trabajo en los temas relacionados con los recursos hídricos y en particular aportar al estudio de los glaciares y al desarrollo de entre otros, la interferometría satelital, así como el profundizar en el estudio de herramientas de geointeligencia y el entendimiento físico de estos cuerpos de agua congelados, aportando al país”.
Finaliza, “es importante notar que una misión de la Universidad es generar conocimiento y también buscar respuestas a los grandes temas sociales que nos aquejan, y de esta manera aportar al entendimiento del cambio climático y buscar soluciones a estos problemas”.
Invitamos a participar a toda la comunidad hídrica a la reunión más importante de intercambio técnico- científico que se desarrolla en todo Chile sobre el cuidado y futuro del agua en nuestro país. Son más de 70 sesiones técnicas y charlas magistrales en las que se presentarán y discutirán las contribuciones a la ingeniería hidráulica.
En la oportunidad participarán como expositores magistrales: el profesor e ingeniero civil hidráulico, Alejandro López Alvarado, quien cuenta con más de 60 años de experiencia; la profesora de la Universidad de Chile e investigadora del Centro Avanzado para Tecnologías del Agua (CAPTA), Katherine Lizama Allende y el profesor Willy Kracht Gajardo académico del Departamento de Ingeniería de Minas y Subdirector del Centro de Tecnología Avanzada para la Minería (AMTC)
Información para participar y asistir se encuentra en la dirección web: https://congresohidraulica2021.ing.uchile.cl/ e inscribirte en formulario de asistencia en la pestaña de inscripciones. (valores y precios publicados en el sitio web con descuentos especiales para estudiantes y miembros SOCHID)
¡Lo esperamos en el XXV Congreso Chileno de Ingeniería Hidráulica, en su versión online!
Las condiciones hidrometeorológicas imperantes en una parte significativa del territorio nacional han situado la disponibilidad de agua, como pocas veces, en el centro del debate y atención pública.
Con precipitaciones durante 10 años bajo el promedio histórico, se agrega el hecho de que la mega sequía de Chile central (2010 a la fecha) contiene dos de los años más secos de los que se tenga registro (2019 y 2021). El sentido de urgencia producido por esta condición climática permea la discusión pública, donde se debaten proyectos de ley de protección de glaciares, modificaciones al Código de Aguas y la Constitución.
Muchas (pero no todas) de las temáticas en discusión actualmente corresponden a desafíos que, en Chile, han sido discutidos durante al menos tres décadas por la comunidad técnica en recursos hídricos. Hoy, como ocurre en otros ámbitos, estos desafíos se ven exacerbados por la crisis climática y por un nuevo contexto social. Algunos de los principales desafíos que persisten en el tiempo y que como comunidad debemos abordar, incluyen:
Desafíos de información. A pesar de enormes avances en la disponibilidad de sensores, tecnologías de transmisión, almacenamiento, procesamiento y gestión de datos, se mantiene una sensación de falta de información al momento de tomar decisiones y lograr acuerdos entre actores en materia de recursos hídricos y medio ambiente. En alguna medida, esta dificultad radica en desbalances respecto al acceso a la información, a las diferencias en competencias técnicas, y -en general- a una gran brecha en la interoperabilidad de redes de monitoreo y bases de datos, que resulta en sistemas fragmentados y en desafíos de legitimidad de la información disponible. Se requiere, en esta materia, un impulso decidido hacia la mayor digitalización posible de la gestión de los recursos hídricos, hacia redes de monitoreo colaborativas, interoperables y donde la información levantada por actores públicos y privados sea sometida a procesos transparentes de control de calidad, de manera que sea aceptada por el conjunto más transversal posible de actores del sistema.
Desafíos de conocimiento. En diferentes contextos climáticos y sociales a lo largo de Chile, conflictos asociados al agua surgen por las diferentes concepciones que distintos actores sostienen respecto al funcionamiento de sistemas socio-eco-hidrológicos. No solamente vemos diferencias de valoración, sino que también vacíos de conocimiento que abarcan componentes fundamentales, tales como las tasas de recarga de acuíferos sedimentarios y fracturados, los grados de interconexión entre aguas subterráneas y superficiales, la magnitud de la precipitación en zonas remotas, particularmente de montaña, y la interacción entre clima, hidrología y vegetación en un clima cambiante. Si agregamos la componente de calidad de aguas, vemos que aún es muy difícil, si no imposible, predecir con precisión las condiciones de disponibilidad y calidad de recursos hídricos, incluso en horizontes relativamente cercanos de tiempo, lo que dificulta aún más la toma de decisiones y la obtención de acuerdos entre actores de los sistemas.
En relación a la obtención de acuerdos, constatamos que la irrupción de la componente medioambiental en la discusión pública tensiona los arreglos institucionales tradicionales en materia de aguas, por cuanto introduce nuevos objetivos (la función ambiental), nuevos criterios, y nuevos actores interesados (stakeholders) que participan del sistema de maneras diferentes, no necesariamente bien ajustadas al ordenamiento jurídico y administrativo existente. Asimismo, la introducción de nuevas tecnologías para la reutilización de aguas, la gestión sostenible de eventos extremos, y el uso de nuevas fuentes de agua, conllevan desafíos administrativos que es necesario abordar para permitir su adopción generalizada.
En resumen, vemos que, para avanzar hacia un estadio de gestión sostenible de recursos hídricos, debemos resolver brechas científicas, tecnológicas y de gobernanza, lo que necesariamente requiere el concurso de múltiples disciplinas y voluntad de parte de diversos actores, que deben encontrar espacios de propósito común y objetivos compartidos. Creo firmemente que, con innovación, es decir, buscando nuevas respuestas para problemas de larga data, es posible abordar este desafío.