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Hacia un mañana más Limpio: Equipo científico CAPTA-DIC trabaja en tecnología de vanguardia para la revalorización de aguas residuales

Dada la actual crisis hídrica que afecta al país, buscar alternativas complementarias para aminorar el estrés hídrico es una tarea pendiente que debe resolverse lo antes posible para apoyar el abastecimiento en los próximos años. Tecnologías multipropósito como el A2MBR, desarrollada por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile y el centro CAPTA, podrían posicionarse a gran escala como soluciones eficientes y sostenibles para esta problemática, a través del reúso de aguas residuales.

Transformar el tratamiento de aguas residuales desde la perspectiva de la economía circular con el uso de una membrana llamada, A2MBR (Anaerobic-Algal Membrane Bioreactor). Tecnología avanzada de filtro utilizada en el tratamiento de aguas residuales que combina varios procesos para lograr una mayor eficiencia en la eliminación de contaminantes y la revalorización de recursos como el agua. Una alternativa innovadora que complementa las soluciones hídricas que se desarrollan en el Centro Avanzado para Tecnologías del Agua (CAPTA) y el Departamento de Ingeniería Civil (DIC) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile.

A2MBR, desarrollado por un equipo liderado por la académica Ana Lucía Prieto, se caracteriza por ser una tecnología descentralizada y multipropósito para tratamiento y reúso de agua, generando efluentes –cursos de agua– tratados aptos para diferentes sectores tales como la agricultura, recarga de acuíferos e incluso la faena minera, lo que contribuye a la conservación y uso sostenible del agua en el país.

Naroa Balsebre, estudiante de magíster e ingeniera de proyecto, explica que el potencial de reutilización de a nivel país podría ser clave para reducir la brecha hídrica. “A modo de ejemplo, el caudal descargado por emisarios submarinos en la región de Valparaíso (2,6 m3/s) podría regar 27.300 hectáreas de uva de mesa o 10.250 hectáreas de paltos en la misma. Esto resalta la importancia de desarrollar tecnologías como el A”MBR que generen aguas de calidad suficiente para su reutilización”, sostiene.

Piloto del proyecto A2MBR en el Laboratorio de Hidráulica de la FCFM.

Con respecto a la experiencia a nivel mundial en cuanto a los avances en el reúso de aguas, la investigadora comenta que Israel lidera en este ámbito, donde cerca del 90% del agua es tratada para reúso. Por otro lado, según el Diario Financiero en conjunto con Alfredo Moreno ex ministro de Obras Públicas, en una noticia sobre el reúso de agua en septiembre de 2021, “en Chile el 78% de las aguas residuales tratadas son de vuelta a los cauces de ríos en donde son reutilizadas indirectamente por canalistas aguas abajo de las plantas de tratamineto y un 22% es desaprovechada al ser descargada por emisarios submarinos”.

¿Cómo funciona?

El proceso se puede separar en dos etapas. La primera corresponde a un proceso anaeróbico (sin oxígeno), en donde microorganismos especializados consumen la materia orgánica, generando un efluente rico en nutrientes apto para fertigación (técnica que permite aplicar agua y fertilizantes a través del sistema de riego), biogás que puede ser utilizado para la generación de energía in-situ, y lodos que pueden usarse como fertilizantes. Estos últimos son separados del agua mediante membranas semipermeables, obteniendo agua libre de sólidos. La segunda etapa corresponde a fotobiorreactores, donde algas especializadas consumen los nutrientes disponibles en el efluente del proceso anaeróbico y lo utilizan para su crecimiento. Al igual que el proceso anaeróbico, las algas son separadas del efluente mediante membranas, dejando un efluente libre de sólidos suspendidos y sin contaminantes. Una etapa final de oxidación avanzada podría garantizar un agua tratada apta y salubre para diversas aplicaciones de reúso, como recarga de acuíferos.

Principales beneficios

Además de su mayor eficiencia en la eliminación de contaminantes, en comparación con los sistemas convencionales de tratamiento de aguas residuales, una de las principales ventajas del A2MBR es su operación flexible (multietapa), que aporta diferentes calidades de efluentes, lo que puede suplir variadas necesidades de reúso (riego o recarga de acuíferos, por ejemplo). Además, durante su proceso anaeróbico produce biogás, que puede ser utilizado como fuente de energía para alimentar el sistema, reduciendo los costos de operación y promoviendo la sostenibilidad ambiental.

Otra de sus ventajas es el menor espacio requerido para su implementación. El sistema es compacto y permite su aplicación en zonas remotas (como una faena minera). Además, su diseño es capaz de adaptarse fácilmente a las variaciones de carga y composición de las aguas residuales, lo que la hace altamente flexible y adecuada para diferentes entornos y necesidades.

Ana Lucía Prieto, académica del DIC, investigadora del CAPTA y a cargo del proyecto, explica que “el sistema A2MBR hace parte de un cambio de paradigma en el tratamiento de aguas residuales, donde el diseño flexible de la tecnología permite maximizar la revalorización de efluentes y contribuir a la sostenibilidad del recurso hídrico en el país”. Actualmente, la planta piloto de 1 m3/d de capacidad se encuentra en el Laboratorio de Hidráulica de la FCFM, donde se realizan pruebas en entornos controlados para definir protocolos de operación en diferentes aplicaciones de reúso.

También, se puede revisar el reportaje en la Revista Beauchef, edición octubre 2024, aquí

25-10- 2023

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